sábado, 12 de diciembre de 2015

Ya vez por puta

No hay pinga y estás ansiosa, deseas que te pisen, y te preguntas cómo es posible que en esa ciudad tan liberal a la que fuiste de paseo nadie te haya comido aún. Y te sientes lindo o linda porque te veo bien maricona, con el cabello largo, el pantalón rosa, la casaquita entallada; estás en tu etapa de maricón loco que no se decide si ser gay o traca pero dices que ya fuiste traca pero bueno se te ve bien, aunque la cara no te ayuda mucho a pesar de haberte pasado tres horas maquillándote y arreglándote el poco cabello que tienes. No se, tienes cara de loco, me asustas un poco, claro los ojos te ayudan un poco queda algo del rastro bonito de su juventud, pero maricón, ya estás en decadencia, anda a la disco, con tus amigas diviértete, Qué haces buscando hombre por estas calles vacías, en esta ciudad que ni conoces? No te da miedo?
Qué te va a dar miedo andariega foragida, te gusta caminar... pensar en la vida, escuchar tu música que nadie comprende y soñar que en la vuelta de la esquina te levantará un hombre, como anoche dices, pero anoche el hombre que te levantó solo se dejó mamársela, no quiso penetrarte. Seguro le diste miedo maricón, no te digo tu cara asusta un poco; ni con condón quiso metértela y vaya que tenía buena verga le rogabas que te la meta. No!, te dijo, Sólo chúpala.

Tanto caminar de noche por aquella vacía ciudad selvática te encuentras con dos viejos horribles que están ya regresando a su casa borrachos con su botella de aguardiente y chacchando hojas de coca, aj, están todos horribles y con la barba verde sucia de la coca, pero les saludas y te tratan de reina, bueno parecen dos perros sucios a tu lado, tanto que te bañaste, te hechaste crema, mascarilla para tu pelo y tanta huevada terminas diciéndole salud a esos dos viejos horribles y sucios. Ay mamita! qué pena tu autoestima.

Pero son caballeros te dices, educados, te conversan y te preguntan de dónde eres, qué haces por esos lugares oscuros y caminas con ellos como tres cuadras y uno se despide, el más joven, el más pasable entra a su casa, el otro es un anciano, no jodas, pero no puedes con tu arrechura le floreas y te dice el viejo "Vamos a mi casa", y tu lo piensas un segundo, y le preguntas haciéndote la fingida y asustada: Está lejos?. No, te dice el viejo, a dos cuadras, donde la luz verde, así que caminan y te consuela la idea que debe ser dotado el viejo, se lo ve recio y a través de su buzo se le nota un buen bulto y le haces la pregunta de rigor: Y eres soltero? y te contesta Mi vieja está enferma.

Perra, tú nunca te acuestas con hombres con mujer, así que en tu cabeza hay una lucha moral que la arrechura gana. Las calles están oscuras silenciosas frías y solas, sólo la luz verde al fondo...

El viejo te lleva abrazado pero al llegar a la luz verde te das cuenta que es un night club, en la puerta hay dos mototaxis llenas de chiquillos que cuidan y beben, todos saludan al abuelo y tú te palteas. Tan linda que te sientes, tu lugar debe estar allí en las mototaxis con los chiquillos que te miran con burla, pero el viejo te hace entrar por un callejón que está al lado del nightclub de la luz verde. El callejón es oscuro y profundo y al fondo hay una casa donde el viejo entra y te hace pasar, es una casa muy humilde, una cama de paja dos muebles vaciós, botellas vacías de aguardiente, coca masticada y escupida en el suelo, en fin el viejo comienza a acariciarte y tu mano defrente va a su entrepierna. Sí, tenías razón el abuelo es dotado, tiene una cosota enrollada y rodeada de vellos espesos que bajan por sus piernas y suben por su barriga, y al primer contacto con tus manos comienza a ponérsela dura y a crecer más, el viejo te quiere desvestir pero tú no quieres, le dices que no, que no y de pronto te dice "Shhh! no hagas bulla mi vieja está enferma arriba" y arriba en el segundo piso que es de madera... alguien, una anciana se queja adolorida. Te sientes mal, pero bueno, te dices, una alegría a un pobre anciano no es pecado, así que cuando la abuela del segundo piso se calla comienzas a chupársela al abuelo y es un pene enorme. Solo que afuera escuchas ruidos y risillas, te levantas asustada abres la puerta y sales afuera gritando Qué pasa! y salen corriendo por el callejón hacia afuera los chiquillos de las motos, riendo y corriendo.

Te sientes incómoda y el abuelo como si nada, abrio sigue con ese enorme pene afuera pidiéndote que la sigas chupando queriendo desabrocharte el pantalón y tú que no te dejas, ya no quieres, te sientes incómoda por la abuela que se revuelca arriba en el segundo piso quejándose y los mocosos afuera haciendo chacota, no quiero le dices, pero ese enorme pene apareciendo por la bragueta del abuelo es una tentación que no puedes desistir, y él te la sacude, Ven, te dice y otra vez te arrodillas y te pones a chupar, apagas el foco porsiacaso y él insiste en desvestirte y de tu saquito se caen tus polvos angelfeis y se hacen mierda en el piso, el viejo comienza a besarte y a desabrocharte... No, dices, tú buscas prender la luz porque escuchas afuera risitas de los mocosos que han venido otra vez y sales nuevamente queriendo irte ya y gritas molesto molesta fuerte ¡Qué pasa?!

¡Qué haces tú con mi abuelo conchatumadre! te grita alguien en la oscuridad del callejón y sientes en tu cara un fuerte golpe que te hace ver una luz enorme que nunca viste y del golpe caes al piso y salen de tu boca volando los tres dientes postizos que tienes, porque ya eres vieja te recuerdo, pero te levantas al toque y sales corriendo por el callejón y escuchas que gritan por tu tras ¡Agárrenlo al conchasumadre!! y corres con todas tus fuerzas pero por detrás sientes que te siguen y sientes que tu cara está sangrando pero corres como una bala, aún así alguien te pisa el talón y caes al suelo lastimándote las manos que se arrastran en el piso para amortiguar tu caida, en el suelo te agarran como tres patas a patadas, mientras dos están atrás azuzando. Cobardes! cobardes gritas. ¡Qué mierda hacías con mi abuelo! te grita un huevón que te golpea con un palo de esos de vigilante que duelen como mierda. Nada! logras gritar! Nada, no hacía nada!, ¡Y qué haces con el pantalón así! te grita sin dejar de golpearte y te das cuenta que tu pantalón está desabrochado y la correita plateada que compraste en la tarde para combinarla con tu pantalón rosa está suelta, No hice nada! gritas en el suelo cubriéndote la cara, y un pensamiento de muerte pasa por tu cabeza, un pensamiento de esos que así murieron muchos cabros, pisoteados en la oscuridad de una calle muy lejos de tu hogar y aferrándote a la vida gritas Iré a la policia! y alguien dice Ya déjenlo déjenlo y logras levantarte y huyes corriendo...

Y corres y corres sin mirar atrás, ya nadie te sigue y todo sigue siendo oscuridad en esa ciudad extraña, solo silba el viento y los árboles y el silencio y tu corazón que no deja de latir, tu boca que comienza a hincharse, tu pantalón rosa salpicado con sangre, tus palmas despellejadas, solo quieres irte a tu hotel tomas el camino más lejano deben ser las 3 de la mañana no hay nadie que te vea así. Tu habitación huele rico de las cremas, los perfumes y todas las cosas que te hechaste antes de salir, hay un montón de cosas bonitas amontonadas en la cama: pañuelos, gorritos, ropita que tiene brillos, piedritas, bordados, cintas, tanta huevada que te gusta coleccionar maricón y con la que te limpias la sangre de tu rostro. Y fría pero temblorosa evalúas los daños: para comenzar estas desmuelada sin los tres dientes postizos que volaron en el callejón, tu espalda te duele como mierda, tus manos, pero estás intacta, solo la boca hinchada que se comienza a hinchar más, en la cara no hay mayor daño... comienzas con mucho dolor a desvestirte todo, toda.

Piensas. Todo el cuerpo de duele de los golpes con palo que te dió el nieto del viejo ese. Estás desnuda frente al espejo tu cuerpo está morotoneado, la espalda, la cintura pero no te lamentas, tu celular suenta contestas, son tus amigas la Chabuca que te dice: Oye donde estás! Estamos en el karaoke de la plaza tomando con unos chicos divinos vente, dónde estás maricón loco, vente!, Ya voy, dices serena sereno. ¡Qué haces maricón! Vente! Con quién estás? Estás en tu hotel? Estás con alguien?, Vente!, Ya, ya voy, dices y cuelgas.

Desnuda frente al espejo quieres llorar pero no tienes ni pena, ni dolor ni lástima por ti misma. Te sientes resignada, en el suelo quedaron los chairis de esponja con la que te rellenas las caderas, tu jean rosa ensangrentado, qué bonito efecto el de la sangre roja roja sobre ese rosa tan bonito te dices. Y comienzas a vestirte, jean gris, y casaca negra más discretas ya no tan entallado, te lavas la cara, el pelo, te despintas los ojos que tanto de demoraron maquillarlos y silenciosa como una gata sales de tu hotel nuevamente y te encaminas hacia el callejón, donde la luz verde.

Caminas todas las calles vacías, presionando tu labio con piedritas frías para que no se te siga hinchando y llegas a un lugar oscuro desde donde divisas la casa de la luz verde, afuera están las mototaxis. Estudias el lugar y das vuelta, entras al río, caminas por ahí hasta llegar frente a al casa de la luz verde, detrás de unos matorrales, dentro del río, donde ladran los perros y observas: hay dos mototaxis desde tu distancia puedes observar a los chicos que te golpearon están que rien y comentan cosas que no puedes entender, seguro hablan de ti, o quizá no, pero están en plena chacota, tienes que esperar, y te ocultas tras lo matorrales, pero los chicos no se van siguen ahí luego de media hora, te ubicas en otra posición estratégica: das la vuelta a la casa verde y te metes por atrás y sales por una casa donde puedes observar que los patas siguen ahí, están tomando aguardiente resguardando el nightclub, pero tienes que hacer hora... das una vuelta por la vacía ciudad y regresas al mismo lugar, solo hay una moto esta vez y te metes por unos matorrales, pero el pata, el nieto sigue en la puerta del nichtclub cuidando. ¿A qué hora se irá? Son las cuatro de la mañana, regresas a la ciudad porque está cerca y caminas y caminas pensando hay una tienda abierta que está cargando cosas en una camioneta, compras una vela y una caja de fóforos.

Regresas donde la luz verde, te escondes en los matorrales, ves que el nieto ahora está solo con otro pata conversando en la puerta de night club, adentro deben estar pasándola de lo lindo, qué rico ser puta piensas. De rato en rato salen putas del nighclub borrachas a tomar el aire y bromear con el vigilante que las trata como su padre y en una de esas el vigilante, nieto del viejo, entra al nightclub y tú sales de tu matorral y entras corriendo al callejón, te escondes en ese callejón vació, avanzas hasta la casa del abuelo, todo está silencioso y te mueres de miedo, escuchas afuera que el nieto sale del nightclub conversando con alguien y te da miedo, tu corazón palpita pero el callejón está despejado no hay nadie ni en la entrada ni al fondo, enciendes el fósforo y la vela comienzas a buscar tus perlas, pero la vela es escandalosa alumbra todo proyectando inmensas sombras en ese callejón así que la apagas y más o menos calculando dónde te golpearon comienzas arrodillada a buscar tus dientes en el piso de tierra, te la pasas como una hora buscando, no es posible que se desaparezcan así de la nada, pero no están! enciendes los fosforos uno a uno, prendes la vela y nada, no hay rastro de dientes, pero sí de gotas de tu sangre. Igual barres el lugar con tus manos y no hay nada, afuera el nieto se mata de risa con alguien pero tus dientes no están hasta que por fin, hallas uno y al lado el otro y al lado el otro, emocionada coges tus tres perlas, las limpias de la tierra y te los pones y zas! encajan a la perfección en tu boca, qué buen dentista el que te hizo ese trabajo, carajo! y ya no te importa el nieto, sales caminando hacia afuera, el nieto rie con alguien pero acaba de llegar una moto y aprovechando sales del callejón como si nada, caminando como caminan los hombres machos y dispuesto a correr si es necesario, habían unas risas que se callan cuando sales, pero caminas tan hombre y de espaldas que creo nadie sospecha y sigues...

Al día siguiente antes de partir dejas una rosa a la Virgen y subes a tu carro, la fiesta patronal recién comienza pero tú solo quieres irte, has evitado a tu hotelero quien estaba cautivado contigo, pero prefieres que nadie te vea, tu boca está hinchada, y te da un aspecto raro, en fin, llegado a tu ciudad te encierras en tu habitación una semana y no quieres ver a nadie, pero el fin de semana la arrechura te gana y sales en la madrugada como gataparda, no tan producida porque no quieres que tus amigos te vean y divagas por las calles de tu ciudad que tan bien conoces, pasa un grupo y alguien te llama y se acerca corriendo  hacia tí, Hola Ciro! a donde vas te dice un chico lindo, no tan alto con rulos y linda sonrisa, le ves extrañado y te dice no Te Acuerdas de Mi? te da sus señas de identidad y ni te acuerdas, te dice soy Will! pero le dices Hola Will, como has estado y te pregunta a Dónde vas? inventas cualquier cosa y se ofrece acompañarte pero le dices que ya regresabas a tu casa, se acercan sus amigos a saludarte y te conocen, Ciro cómo estás te saludan encantados, ni te acuerdas quiénes serán, con tantos hombres que tomas que ni te acuerdas, pero qué bien se conocen tu nombre, pero Will los chotea a todos y se ofrece llevarte a tu casa con mucha caballerosidad.

Y caminan juntos camino a tu casa hablando de cualquier huevada, le ofreces un café y le haces pasar a tu habitación, él es un caballero, definitivamente su trato es delicado, generoso y atento, tu cuarto te paltea todo es un desorden de revistas, libros, ropa, normal te dice, te pide música y tú pones un disco estridente, lleno de furia, nada de canciones de maricones, es una banda contemporánea, un disco de rock recién salido de Londres, pero a él no le gusta, te pone un disco de bachata, odias la bachata pero ese disco suena hermoso, y se te clava en el corazón, él es lindo, tiene el cabello ensortijado y es educadísimo y cuando te pide que le cuentes de tí tu le cuentas de tu último amor y tu último amante y él te calla, lo notas celoso y te dice Sabes te voy a ser claro Quiero algo contigo...y así comienza una noche romántica donde vuelcas la pena contenida en su pecho y luego de que te hace el amor se queda dormido le das la espalda pero entre sueños él te dice "Ciro, abrázame por favor" y te duermes en su hermoso pecho, a la mañana siguiente nuevamente te hace el amor y después te pregunta qué te pasó en la espalda que la vió llena de moretones, y a tí, maricona loca, que te gusta inventar historias le inventas una historia, una historia maravillosa de una hacienda, y un caballo loco que enloqueció y te arrojó al piso dejándote toda golpeada, lo cuentas con tanta vividez y emoción que él te abraza y dice Caballo de mierda.











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